¡Muchas felicidades, abuelita! Tengo muchas ganas de estar ahí contigo, de abrazarte y de pasar la tarde en tu casa, conversando y haciéndote compañía. Quiero que sepas que te echo de menos y que no me gusta estar lejos, pero tengo muchas historias que contarte cuando regrese y sé que tu también tendrás.
Cuando vuelva me contarás sobre tu cumpleaños y muchas cosas más, y yo te daré miles de abrazos y te escucharé feliz, porque así es como estoy cuando estoy cerca de ti.
Abuelita, cuando te tuve cerca no valoré tu presencia, y ahora que te tengo lejos te extraño muchísimo. Dios te dé mucha salud para que todos los próximos años los podamos celebrar juntos.
Espero sepas que te quiero mucho, y que a pesar de no estar cerca de ti hoy igual celebraremos tu cumpleaños. ¡Muchas felicidades!
Abuela, nuestra tradición de pasar el día juntos permanecerá por siempre, pero solo por hoy le pondremos una pausa, pues la distancia no nos lo permite. ¡Feliz cumpleaños!
¡Que te la pases súper bien, y que pronto nos volvamos a ver para cantarte cumpleaños!
¡Feliz cumpleaños, novia! Un día como hoy llegaste al mundo, y desde entonces soy el hombre más afortunado del mundo por tenerte. Ni esta distancia pasajera, ni nada va a disminuir el amor que siento por ti. ¡Quiero que celebres la vida! Y próximamente cuando nos volvamos a ver, juro que voy a hacerte la mujer más feliz.
Sé que te lo he dicho muchas veces, pero te amo muchísimo. Espero que cuando soples las velas, Dios oiga cada uno de tus deseos y los haga realidad.
¡Te espero para continuar construyendo nuestro futuro juntos!