¡Muchas felicidades! Ya llegaste a los 17 años y seguramente todo el mundo te diga que estás haciéndote mayor y que cada vez más, llega el momento de tomar tus propias decisiones. Yo quiero decirte que es cierto, que es así, pero que igualmente estaré a tu lado para todo lo que necesites, no dudes que puedes contar conmigo.
Te he visto crecer y puedo decir que eres una persona muy sensata, y eso te ayudará siempre. Siento mucho orgullo de ti, de la persona en la que te has convertido.
Espero que tu día sea maravilloso y que disfrutes mucho, pero sobretodo que seas feliz, hoy y siempre, pues creo que es la mejor forma de encarar la vida. ¡No olvides que una actitud positiva te ayudará siempre a alcanzar todas tus metas y objetivos!
Un día sin esperarlo, llegaste a mi vida, y a partir de ese día, todo cambió. No sabía que podía llegar alguien a cambiarlo todo, de una manera tan profunda. ¡Feliz día mi amada, te amo tanto!
Que recibas todo aquello que deseas y que sea tan bello como lo que me regalas a cada instante con tu sola presencia. ¡Deja la puerta abierta, para que llegue toda la felicidad que mereces!
Jefa, gracias por ayudarme desde mis comienzos, no se como agradecer todo lo que hiciste por mi. Hoy quería desearte un feliz día, que lo pases en buena compañía, con tus seres queridos y que, por supuesto, disfrutes de cada momento. Festeja como mereces, ¡muchas felicidades!
¡Felicidades por estos cuatro años, princesa! La vida nos cambió por completo desde que escuchamos el primer latido de tu corazón. ¡Eres el mejor regalo que Dios nos pudo haber dado!
La nostalgia nos invade cuando llega este día, ¡Hace poco eras tan pequeñita! ¡Mucho en ti ha cambiado! Ahora estas más alta, tu cabello ha crecido, has aprendido a hablar y eso nos llena de orgullo, pero muchas otras siguen iguales, tus ojos llenos de brillo cuando te ríes, la dulzura de tus abrazos y los millones de te quiero que nos dices durante el día.
¡Hijita, continúa creciendo y siendo el rayo de luz que llegó a iluminar nuestros días! ¡Feliz cumpleaños!
Amiga, hoy es tu cumpleaños y después de tantos años, es uno más para celebrar juntos. ¡Felicitaciones! Desde nuestra infancia hasta hoy has cambiado mucho, el mundo ha cambiado, nosotros cambiamos, pero algo se mantiene firme: nuestra amistad.
Es un orgullo mantener una amistad de tantos años y sé que sólo es posible porque eres esa persona tan extraordinaria. Me encantas, mi amiga, y deseo que seas siempre muy feliz y que ¡lleguemos a la vejez juntas!
Hoy le felicito por su cumpleaños, querido sacerdote, pero también por ser la persona que es. Gracias por enseñar con los actos y con el ejemplo, y gracias por traer a mi vida luz y esperanza. Espero que Dios le siga protegiendo de cualquier mal, y que siga iluminando su vida. ¡Feliz cumpleaños!
¡Ya llegó tu cumpleaños, abuelita! Es un día tan hermoso, nos reuniremos la familia, todos alegres por estar a tu lado, y tú seguro estarás tan radiante como siempre. Para mi es una gran suerte tenerte como abuela, pues siempre estuviste dispuesta a tomar cuenta de mi, y siempre me diste el mejor de los cuidados. ¡Muchas felicidades!
Durante mucho tiempo soñé con tu llegada, hija, y me quedaba imaginando un mundo entero de alegrías sin fin y un amor especial.
Hoy, después de algunos años, sé que todo lo que soñé e imaginé no llega ni cerca a toda la felicidad y amor que siento por ti.
¡Felicitaciones por tu cumpleaños, mi amor! Tu todavía no entiendes el significado de esta fecha, y para ti es solo un día más, diferente por tener fiesta, regalos y atención extra.
Pero para mí esta fecha es todo, pues hoy celebramos el día en que conocí al gran amor de mi vida: ¡tú hija!
Me haces tan feliz, hija, y todo lo que deseo es que también seas muy feliz, hoy y para siempre. ¡Te amo!